Lo que dicen tus gestos
¡Hola a todos! Inicio este blog con un artículo dedicado a la importancia de nuestros gestos en la comunicación. Está basado en el primer vídeo que colgué en mi canal de YouTube (COMUNÍCATE by María Zabay). Arranco con él, no porque sea el primero de los vídeos, sino porque la importancia de nuestros lenguaje corporal es crucial en la comunicación.
Podemos tener un gran discurso, estar diciéndole cosas increíblemente agradables e interesantes a nuestro cliente, nuestro jefe, nuestra pareja o a un auditorio, pero si nuestro lenguaje corporal no es coherente, entonces, muere el efecto de todas esas palabras. La realidad es que dependiendo de cómo nos detengamos o sentemos, de cómo gesticulemos con nuestras manos, de lo que expresemos con la cara, de la posición de las manos y de muchos detalles más, seremos creíbles o no.
El lenguaje corporal es el 55% del mensaje, esto significa que de toda la información que le damos a nuestro interlocutor, el 55% lo recibirá de los gestos corporales que realicemos. El primero en refutarlo fue el prestigioso psicólogo Albert Mehrabian.
Dividió las fuentes de comunicación en tres: las palabras, la voz y los gestos. Y anunció que, en las conversaciones emotivas, el 7% de la información la proporcionaban las palabras, el 38% la voz (tono, pausas, entonación, ritmo de voz) y el 55% el lenguaje corporal (mirada, expresiones faciales, gestuales y posturales). Si nos movemos mucho, si no; si pestañeamos, si nos tocamos la cara o el pelo; si tenemos tics; cómo demos la mano (con firmeza o de una manera blandurria)… Todo hablará de nosotros y no siempre para bien. Grábate esto: En caso de disonancia, se hace más caso a los gestos que a lo que se hable.
Seguro que te viene a la cabeza algún caso en el que estabas hablando con alguien, te estaba contando algo que se suponía que le alegraba y, en cambio, tenía cara de apatía. Ahora piénsalo un segundo, ¿a qué hiciste caso? A sus gestos, ¿verdad? Hay que moverse, pero relajado. Estar rígido o con los brazos y las manos pegadas al cuerpo transmite tensión por tu parte. Lo mejor es que seas natural. Además, si te mueves ligeramente mientras te expresas, puedes mejorar tu capacidad verbal.
Se han realizado diferentes estudios con los oradores más exitosos y se ha comprobado que realizan casi el doble de movimientos con las manos que los demás. Eso sí, movimientos naturales.
Los movimientos ensayados repetidos y forzados le quitan credibilidad al discurso. Nada de objetos en la mano, ¡fuera manos de los bolsillos! Os lo digo en el vídeo, nada de abrir y cerrar los brazos como si fueses las puertas de un centro comercial. Sé tú, natural. Eso sí, contenido.
Te anoto aquí algunos de los consejos que doy en mi curso de comunicación para ganar carisma, liderazgo y hablar en público, COMUNÍCATE PRO. Te los enumero de manera muy resumida:
- Sonríe.
- No te toques la cara de manera casual porque eso se traduce en inseguridad.
- Entrecejo relajado.
- Manos y dedos relajados. Están prohibidos los jugueteos de dedos entre manos o con los de una misma mano, nada de tocarse los repelos o las uñas y, por supuesto, abre los puños, las manos tienen que estar extendidas, relajadas, moverse con sutileza de una forma que resulte natural. Las manos abiertas transmiten honestidad.
- No muevas las piernas incesantemente. El movimiento de «alta frecuencia» delata deficit en la concentración o graves ataques de ansiedad.
- No te acerques demasiado. Incomodarás a tu interlocutor.